Ribera sobre el Midcat en 2019: «Es un proyecto ruinoso, un sinsentido porque el uso del gas bajará»
El cambio de opinión de la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, sobre el Midcat, el proyecto para abrir un gasoducto que una España y Francia a través de Cataluña, ha sido de radical, poniendo al descubierto una falta de estrategia a medio y largo plazo por parte del Gobierno español. Ribera ha asegurado este viernes que está a favor de la tesis del canciller alemán, Olaf Scholz, de poner en marcha este gasoducto para abastecer de gas a Europa y que la parte española podría estar operativa «en nueve meses».
Nada que ver con lo que decía la ministra no hace muchos meses. El proyecto de este gasoducto, que enviaría si no se modifica 8 bcm de gas a Europa -cifra similar a la que ahora se puede bombear por los gasoductos vascos-, fue rechazado en 2018 por los reguladores gasistas europeos y por Francia. Un informe de la consultora Poiry concluía que el gasoducto iba a generar pérdidas y no daba más seguridad al sistema gasista europeo.
Ribera se apoyó en ese informe y en el rechazo general europeo al proyecto y en un comparecencia en el Senado en 2019 señaló que «estaba cómoda» con las conclusiones de ese informe. La ministra hizo suyos los argumentos del informe y señaló que el Midcat «según la información aportada por la propia Comisión Europea es un proyecto ruinoso desde el punto de vista de evaluación del coste-beneficio».
«Sería un error acometer cualquier tipo de inversión en esta dirección. Además, en un contexto de transición en el que inversiones como ésta no podrían estar operativas pasados bastantes años momento en el cual estaremos viendo la curva descendente del gas en el mix energético, pues explica bien por qué eso es así», señaló la ministra en el Senado.
Posteriormente, la ministra ha ido confirmando esta opinión sobre el Midcat. En noviembre, cuando Argelia cerró el gasoducto del Magreb, que abastecía a España de gas a través de Marruecos, Ribera mantuvo su negativa a poner en marcha de nuevo este proyecto. Fue el ministro de Exteriores, José Manuel Albares, quién presionó en el Gobierno para que se reactivara este gasoducto para que España ganara protagonismo en Europa.
De cinco años a nueve meses
Ribera se mantuvo en su negativa, alegando que el proyecto tardaría «cinco años» en estar operativo y que no iba a arreglar los problemas de abastecimiento de Europa y su dependencia del gas ruso. Pero la opinión del presidente, Pedro Sánchez, se impuso y la ministra Ribera ha ido cambiando de opinión y pidiendo públicamente a Bruselas que reactivara el proyecto para enviar gas y, más adelante, también hidrógeno a los vecinos europeos.
Pero las palabras este jueves del canciller alemán, pidiendo este gasoducto, han convertido a la ministra Ribera en una firme defensora del Midcat. Incluso ahora señala para añadir más presión que la parte española podría estar operativa en «nueve meses».
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